El territorio hoy en día es un espacio ritual para el ejercicio del ser, los saberes adquiridos nacen de un proceso de observación y experimentación, de manejar ciertos secretos, es una mística en la transmisión del saber. No se puede llevar a la tumba un saber, porque cada hombre es historia.
Cuantas veces hemos escuchado las palabras movilidad, seguridad y desarrollo social en discursos politicos o demagógicos, cuanta promesa escrita y dicha. Estas palabras no aguantan más, el estado a dejado por fuera la educación, la vivenda y el trabajo. Estos son los principales saberes de la persona, porque son naturales, hacen parte de lo que son.
Por esto, las personas se constituyen en sociedad, en estado, para que se les garantizen estos derechos fundamentales. El estado debe reaccionar y la comunidad abrir los ojos, para controlar esta situación caótica a nivel nacional, donde la persona ya no es lo importante.
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